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Sano, healthy, saludable, bueno… Adjetivos que, referidos a nuestra alimentación, están más en boga que nunca. Comer bien, para vivir bien parece una máxima seguida por cada día más consumidores. Ahora bien, ¿qué es sano y qué no? Cada día tenemos nuevos estudios científicos sobre las bondades de un ingrediente que hasta aquel momento se había menospreciado por ser insano.

Una especialista de la Universidad de Harvard también se ha pronunciado al respecto en un artículo en Harvard Health Publishing. Teresa Fung, profesora adjunta del departamento de nutrición de Harvard T.H. Chan School of Public Health, ha enumerado los cinco alimentos que deberían ser tenidos en cuenta para llevar una dieta sana.

  1. Coles de Bruselas: estos vegetales contienen pocas calorías y alta densidad nutricional, pero altos en contenidos de vitaminas A, C y K, potasio y ácido fólico. Además, las coles de Bruselas son antioxidantes, lo cual ayuda a prevenir el daño celular en el cuerpo.

 

2. Arándanos: estas frutas son las reinas de los antioxidantes y tienen grandes cantidades de vitaminas C y A, y contienen la fibra que mejora el sistema digestivo. De hecho, estudios realizados en la Universidad de Clemson y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos califican al arándano como el alimento de mayor poder antioxidante entre 40 vegetales analizados.  Además, contienen flavonoides y taninos, y una amplia diversidad de minerales esenciales como el manganeso, vitamina C) y varias vitaminas del grupo B. Y por si fuera poco, según el Food and Drug Administration (FDA), el arándano es un alimento libre de grasas y sodio.

3. Salmón: según la especialista es un alimento rico en proteínas y en ácidos grasos (Omega-3), por lo cual es bueno para el corazón, el cerebro y provee vitamina D. Según Fung, sería recomendable consumirlo una vez a la semana. Recordemos que además de las proteínas y los ácidos grasos esenciales, el salmón es una excelente fuente de vitaminas B12 y B6, minerales como el selenio o el magnesio, y es rico en calcio.

4. Yogur: ofrece una forma sencilla de obtener probióticos para mantener las bacterias intestinales que favorecen numerosos procesos en el organismo. Además, contiene proteína, calcio, magnesio, vitamina B12 y ácidos grasos. Es importante evitar yogures azucarados. Yogur simple con una sana cantidad de probióticos es lo que se debe buscar, indicó Fung.

5. Nueces: ofrecen una buena dosis de grasas sanas, proteínas y vitamina E. La investigadora Fung recomienda nueces típicas, almendras e incluso los pistachos; aunque aconseja no excederse y sugiere que la cantidad equivalente a un puño de la mano al día es suficiente. Contienen ácidos grasos Omega 3 y omega 6, proteína vegetal, fibra, magnesio, fósforo y vitamina B6.